Bill Slee: “La innovación social es más importante cuando mercados y Estado están más limitados para realizar cambios positivos”

Bill Slee liderará el taller ‘Conectar las zonas rurales de ‘difícil acceso’

Aunque disfruta de una situación como mediojubilado en el Instituto James Hutton, Bill Slee aún sigue muy activo como investigador, pero también como ciudadano comprometido con la innovación social en el medio rural prestando atención a aquellos colectivos con menos oportunidades. Expectante ante la celebración del ERP, espera seguir tejiendo redes para trabajar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Qué ha despertado su interés por este tema?

Mis cuarenta años de experiencia como investigador en desarrollo rural están ahora equilibrados por un nivel más local de práctica en proyectos comunitarios. En ambos he visto con qué frecuencia la financiación apoya a las comunidades privilegiadas, articuladas y mejor conectadas, y tiende a dejar de lado a los grupos y lugares menos favorecidos. Si queremos que el desarrollo rural sea más inclusivo, ya que ese espíritu es fundamental para el proyecto europeo, tenemos que encontrar formas de llegar a los grupos más desfavorecidos con políticas.

Va a hablar no sólo de ‘áreas’, sino también de ‘personas’. ¿Qué tipo de personas pueden ser marginadas en Europa, en concreto en las zonas rurales?

Entre los marginados se encuentran muchos grupos: los pobres a largo plazo, los que carecen de empleo, los que tienen una educación y cualificaciones limitadas, los refugiados, las minorías étnicas como los romaníes, la comunidad LGTB, las mujeres, los ancianos, las personas con discapacidad, los que tienen problemas de salud física o mental, los jóvenes y las mujeres de sociedades fuertemente patriarcales.

¿Cuáles son sus problemas?

Pobreza; acceso al empleo, acceso a los servicios públicos y privados, representación efectiva, debilidad y/o ausencia de apoyo a las organizaciones de la sociedad civil; aislamiento social y físico, ostracismo, quedar atrapado en una trampa de pobreza de semi-subsistencia, incapacidad para acceder a servicios públicos limitados.

“Las acciones de los actores de la sociedad civil pueden tener un papel crucial en la mejora del bienestar”

Actualmente trabaja en innovación social y en el proyecto SIMRA (por sus siglas en inglés) – Innovación Social en Zonas Rurales Marginadas. ¿En qué consiste este proyecto? 

Se trata de una gran investigación financiada por la UE y centrada en la innovación social, que definimos como actores de la sociedad civil que trabajan juntos o con otras agencias para abordar problemas y desafíos con frecuencia de forma ascendente y basada en la comunidad.  Estamos estudiando en profundidad una serie de estudios de casos y trabajando en acciones innovadoras con una serie de grupos. Estamos tratando de sacar a la luz hilos comunes. Estamos elaborando informes sobre políticas y prácticas e intentando comprender mejor los factores de éxito de la innovación social en ámbitos tan diversos como la reducción de los incendios forestales, la mejora de la atención social de los jóvenes y las personas mayores, la energía comunitaria, la silvicultura comunitaria, la integración de los refugiados, el apoyo a los recién llegados a las zonas rurales, etc.

Normalmente, cuando hablamos de ‘innovación’, pensamos en ‘tecnología’. Pero ‘social’ es un factor importante a incluir.

La creación de nuevas instituciones formales e informales en la sociedad civil puede ser fundamental para desarrollar respuestas eficaces a los desafíos contemporáneos en la Europa rural.  Cuando los mercados son débiles y los gobiernos nacionales y locales tienen recursos limitados, las acciones de los actores de la sociedad civil pueden tener un papel crucial en la mejora del bienestar.  Pero, ¿qué hace que una organización eficaz de la sociedad civil, una fundación benéfica o una ONG sean eficaces?  ¿Por qué pueden operar de manera más eficiente que el Estado o el mercado?  ¿Cuáles son los límites de su alcance?  La construcción de posibilidades de colaboración y la creación de capital social a través de nuevas instituciones se encuentra en el corazón de la innovación social.  Pero la política puede ayudar y en lugares como Escocia las políticas de empoderamiento de la comunidad han contribuido enormemente a mejorar las oportunidades. A veces necesitamos combinar la innovación política, la innovación social y la innovación técnica para conseguir mejoras.  Pero tenemos que centrarnos no sólo en las aldeas inteligentes, sino en hacer que los menos inteligentes sean más inteligentes.

“Tenemos que centrarnos no sólo en las aldeas inteligentes, sino en hacer que los menos inteligentes sean más inteligentes”

¿Cuál es el papel de la innovación social como motor de la transformación en las zonas rurales?

La innovación social es más importante cuando los mercados y el Estado tienen un margen limitado para realizar cambios positivos y cuando las personas están dispuestas a actuar en colaboración para mejorar el bienestar, en acciones tan diversas como la creación de nuevos sistemas de asistencia social en el tercer sector para las personas mayores, la reducción del riesgo y la propagación de los incendios forestales o el apoyo a los refugiados en sus esfuerzos por integrarse. Pero el papel va más allá de tapar las brechas. Se trata de empoderar a la gente en la creación de lugares locales, construyendo sobre un sentido de pertenencia y colaborando para hacer mejoras.

¿Qué proyectos o experiencias podrán conocerse en este taller?

Utilizaremos ejemplos de la investigación y ejemplos prácticos en los que participo. Como investigador semi-jubilado que ha vivido en la misma comunidad durante 30 años, ahora estoy profundamente involucrado en la acción comunitaria a nivel local.

“En el ERP espero encontrarme con personas comprometidas que se conecten con los grandes retos de la sociedad”

¿Qué expectativas tiene sobre el ERP?

ERP es nuevo para mí. Espero encontrarme con personas que se han comprometido a intentar construir un futuro mejor para las zonas rurales de Europa, no de forma aislacionista y retrógrada, sino de forma práctica, progresista e integradora, que se conecten con los grandes retos de la sociedad, como el cambio climático, la inclusión social, la reducción de la pobreza y la consecución de avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.